Las personas de todo el mundo están haciendo todo lo posible para contener el COVID-19 o al menos reducir la tasa de infección. Para ello se han tomado medidas de distanciamiento social e higiene, así como actualizaciones de información más reciente de fuentes confiables de atención médica, para poder actuar de manera responsable en una situación que cambia rápidamente.

"Con un enorme estrés en los sistemas de salud en todo el mundo, es más urgente que nunca intensificar la colaboración, el intercambio de información y conocimiento y la agilidad en la entrega de soluciones de diagnóstico, respiratorias y de monitoreo a escala", dice Jeroen Tas, Jefe de innovación y estrategia de Royal Philips. El principio rector de la información es que debe ser transparente y estar basada en evidencia. "Uno de nuestros instrumentos más poderosos para la atención médica basada en esto es la tecnología para recopilar, calificar y analizar datos que revelen rápidamente patrones e información oculta", agrega Tas.

Otro instrumento valioso para hacer frente a la situación actual es la atención virtual o telesalud. Con la gran cantidad de pacientes involucrados y el riesgo cara a cara de infectar a otros pacientes y al personal, las consultas en línea pueden proporcionar un alivio para el sistema de salud. Philips ha dispuesto una solución de telesalud que facilita la detección y monitorización de pacientes en línea, con el apoyo de centros de llamadas externos. Tiene como objetivo evitar visitas innecesarias a médicos generales y hospitales mediante el monitoreo remoto de los pacientes con COVID-19 que están en cuarentena en el hogar y los infectados pueden ser monitoreados de forma remota a través de cuestionarios inteligentes sobre su estado de salud, identificando si necesitan intervención.

En palabras del experto e innovación, en la situación actual, donde el COVID-19 ocasionalmente genera neumonía severa, habrá un número creciente de pacientes que requieren atención en el hospital o en una unidad de cuidados intensivos (UCI). El número que aumenta a proporciones inmanejables ya está ocurriendo en muchos países y sigue siendo una verdadera preocupación para las autoridades sanitarias de todo el mundo, no solo por la cantidad limitada de camas y respiradores de la UCI, sino también por la escasez de personal y el agotamiento. Los médicos y las enfermeras capacitados en la UCI ya son escasos y la exposición repetida a pacientes infectados aumentará el riesgo de contraer el virus.

Actualmente se están probando toda una serie de ideas innovadoras y estrategias de afrontamiento en diferentes países del mundo. En un futuro cercano, podríamos ver que los servicios digitales cierran el círculo entre las consultas, medicamentos recetados y robots que desinfectan áreas contaminadas. Aplicaciones y chat-bots que actúan como verificadores de síntomas y brindan consejos para el control de infecciones.

Dispositivos médicos que monitorean a los pacientes en casa. Cámaras habilitadas para 5G que verifican los síntomas en segundos. Nuevas formas de trabajo que mantienen seguros los procedimientos de diagnóstico y al mismo tiempo permiten una evaluación rápida, como el ultrasonido guiado por un robot que se está probando en China. Aunque estas innovaciones no desempeñarán un papel global en la grave situación en la que nos encontramos, es muy posible que muchos sistemas de salud quieran mejorar su atención según las experiencias actuales.